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La mayoría de los embarazos dura cerca de 40 semanas. Cuando un bebé nace entre las semanas 37 y 41 de gestación se dice que es un bebé nacido a término. A los bebés nacidos antes de completar las 37 semanas de embarazo se les llama bebés prematuros o nacidos antes de término.

Las tasas de nacimientos prematuros ha disminuído por cinco años consecutivos a un 11.7% en el 2011, lo más bajo en diez años. Eso significa que 1 de cada 9 bebés nace prematuramente.�Aunque esta disminución es alentadora, cada año nacen casi medio millón de bebés prematuros en los Estados Unidos.

Los bebés prematuros suelen tener complicaciones de salud al nacer, como problemas respiratorios y, además, un riesgo de muerte más alto que los bebés nacidos a término. La mayoría de los bebés prematuros requieren cuidados especiales en una unidad de cuidados intensivos neonatal (NICU, por su siglas en inglés).

En algunos casos, los bebés prematuros tienen problemas de salud durante toda la vida como, por ejemplo:

  • Incapacidades intelectuales
  • Parálisis cerebral
  • Problemas en los pulmones
  • Pérdida de la vista y la audición
  • Autismo (social, de la conducta y problemas de habla)(2,3,4)

¿Qué son los nacimientos prematuros casi a término y los nacimientos muy prematuros?
Nacimientos prematuros casi a término. Se llama así a los nacimientos que tienen lugar entre las 34 y las 36 semanas de gestación. En estos casos se habla de nacimientos prematuros casi a término. La mayoría de los bebés prematuros (más del 70 por ciento) pertenecen a esta categoría(5). Incluso los bebés nacidos algunas semanas antes de término tienen más probabilidades de tener problemas de salud que los bebés nacidos a término.

Nacimientos muy prematuros. Se llama así a los nacimientos que tienen lugar antes de las 34 semanas de gestación.

  • Cerca del 12 por ciento de los bebés prematuros nace entre las semanas 32 y 33 de gestación(5).
  • Cerca del 10 por ciento de los bebés prematuros nace entre las semanas 28 y 31 de gestación.
  • Cerca del seis por ciento de los bebés prematuros nace antes de las 28 semanas de gestación.

Cuanto más prematuro nace un bebé, más alto es el riesgo de que tenga complicaciones de salud. Incluso si un bebé nace muy prematuro, sus probabilidades de supervivencia son actualmente mucho más altas gracias a las mejoras en la atención médica.

¿Cuáles son las causas de los nacimientos prematuros?
La mayoría de los nacimientos prematuros se debe a un parto prematuro espontáneo. El parto comienza solo (sin fármacos u otros métodos) antes de completar las 37 semanas de embarazo, o bien como consecuencia de la rotura prematura de las membranas (el saco amniótico que contiene al bebé). En estos casos se habla de rotura prematura de las membranas.

No se conocen a ciencia cierta las causas del parto prematuro espontáneo ni de la rotura prematura de las membranas pero es posible que las infecciones, especialmente en el útero, tengan que ver. Sus genes y los de su bebé, sus antecedentes de salud y ciertos hábitos (como fumar o consumir drogas ilegales) también pueden influir. En aproximadamente la mitad de los casos, no se conoce la causa.

El parto prematuro debido a problemas de salud de la madre o el bebé causa cerca del 25 por ciento de los nacimientos prematuros(6). Es posible que su médico le recomiende inducir el parto o realizarse una cesárea si usted o su bebé tienen ciertos problemas. El parto inducido es el parto en el que el médico le administra fármacos para iniciarlo. Una cesárea es cuando el bebé nace a través de un corte en su estómago. Si usted o su bebé tienen ciertas complicaciones, el parto prematuro puede ser la mejor opción.

Lo que preocupa a March of Dimes es que algunos partos inducidos o cesáreas tienen lugar sin una justificación médica adecuada o se realizan a pedido de la madre. En algunos casos, esto puede llevar a un nacimiento prematuro casi a término con riesgos potenciales para el bebé. Si su embarazo es saludable, es mejor esperar hasta que el parto comience por sí mismo. Si su médico le aconseja programar una cesárea o inducir el parto, pregúntele si puede esperar al menos 39 semanas para dar a su bebé todo el tiempo que necesita para crecer(7).

¿Qué mujeres corren el riesgo de tener un parto y nacimiento prematuro?
Cualquier mujer puede tener un parto y nacimiento prematuro pero existen algunas que corren un riesgo mayor. Los investigadores han identificado algunos factores de riesgo pero los médicos aún no han podido determinar qué mujeres están más expuestas. Aunque la mujer tenga uno o más de estos factores de riesgo, no significa que vaya a tener un parto y nacimiento prematuro. Simplemente significa que puede correr un riesgo mayor.

Existen tres grupos de mujeres con un riesgo muy probable de tener un parto prematuro:

  1. Mujeres que ya han tenido un parto prematuro
  2. Mujeres que esperan mellizos, trillizos o más bebés
  3. Mujeres con ciertos problemas en el útero o en el cuello del útero (la abertura del útero en la parte superior de la vagina).

Otros factores de riesgo incluyen:

  • La falta de cuidados prenatales o comenzar los cuidados prenatales demasiado tarde. El cuidado prenatal es la atención médica que se recibe durante el embarazo.
  • Fumar
  • Beber alcohol
  • Consumir drogas ilícitas
  • La exposición al medicamento conocido como DES, que se utilizaba para intentar evitar los abortos espontáneos. No se usa desde aproximadamente 1970, por lo que es muy probable que haya estado expuesta a él.
  • El maltrato doméstico, incluido el abuso físico, sexual o emocional
  • La falta de apoyo social
  • Niveles excesivos de estrés
  • Trabajar muchas horas permaneciendo de pie demasiado tiempo seguido.

Ciertos trastornos médicos durante el embarazo también pueden aumentar la probabilidad de que una mujer tenga un parto prematuro como, por ejemplo:

  • Infecciones en el útero, tracto urinario y vagina; también las infecciones de transmisión sexual y, posiblemente, otras infecciones
  • Hipertensión y preeclampsia (una forma de hipertensión relacionada con el embarazo)
  • Diabetes (demasiado azúcar en la sangre)
  • Trastornos de coagulación (trombofilia)
  • Bajo peso antes del embarazo
  • Obesidad
  • Períodos cortos entre embarazos (menos de seis a nueve meses entre un nacimiento y el comienzo de otro embarazo)
  • Estar embarazada con un solo bebé después de una fertilización in vitro (un tipo de tratamiento para la fertilidad)
  • Ciertos defectos congénitos en el bebé(8)
  • Sangrado vaginal.

La pertenencia a ciertos grupos también puede aumentar su riesgo:

  • Mujeres de extracción afroamericana
  • Mujeres de menos de 17 años o más de 35
  • Mujeres de bajos ingresos.

Aprenda cuáles son las señales del parto prematuro y qué debe hacer en su caso.

¿Qué complicaciones médicas son comunes en los bebés prematuros?
Si su bebé nace muy prematuro, es posible que tenga una o varias complicaciones. Algunos bebés prematuros se enferman mucho mientras que otros tienen problemas más leves.

Síndrome de dificultad respiratoria (SDR): este problema en la respiración es muy común en los bebés que nacen antes de las 34 semanas de gestación. Los bebés con SDR carecen de una proteína llamada surfactante, que impide que los pequeños sacos de aire que hay en los pulmones se colapsen. Algunos bebés con SDR se tratan con surfactante para ayudarles a respirar con más facilidad. Desde la introducción de este tratamiento en 1990, las muertes a causa de SDR han disminuido en aproximadamente la mitad(9).

El médico puede sospechar que el bebé tiene SDR cuando nota que hace esfuerzo al respirar. El diagnóstico puede confirmarse mediante una radiografía de los pulmones y análisis de sangre.

Los bebés con SDR necesitan ayuda para respirar. Algunos bebés con SDR leve reciben oxígeno adicional mientras que otros se tratan con presión positiva continua en las vías respiratorias (PPCV), un método que consiste en aplicar aire presurizado a los pulmones del bebé a través de pequeños tubos en la nariz para mantener abiertos los sacos de aire. La PPCV ayuda al bebé a respirar, pero no respira por él. Los bebés más enfermos pueden necesitar la ayuda de un respirador que respire por ellos mientras sus pulmones maduran.

Apnea: a veces, los bebés prematuros dejan de respirar durante 20 segundos o más. Esta pausa en la respiración se denomina apnea y puede ir acompañada de una reducción en el ritmo cardíaco. Los bebés prematuros están bajo observación constante para detectar cualquier caso de apnea. Si el bebé deja de respirar, el personal de enfermería lo estimulará para que comience a hacerlo dándole palmaditas o tocándole las plantas de los pies.

Hemorragia intraventricular (HIV): la HIV es una hemorragia en el cerebro. Suele ocurrir cerca de los espacios llenos de líquido (llamados ventrículos) en el centro del cerebro y se produce principalmente en los bebés nacidos cerca de las 32 semanas de gestación. Normalmente, estas hemorragias se producen durante los primeros tres días de vida y se diagnostican mediante un ultrasonido. El ultrasonido es una técnica que utiliza ondas sonoras para ver imágenes del cerebro del bebé en una pantalla de computadora.

Casi todas las HIV son leves y se resuelven solas, sin provocar daños al bebé. Las hemorragias más graves pueden hacer que los ventrículos se dilaten y aumenten la presión sobre el cerebro, lo cual puede producir daño cerebral, parálisis cerebral y problemas de aprendizaje y conducta en algunos casos. Para prevenir el daño cerebral, los neurocirujanos (médicos especializados en operaciones del cerebro y la columna vertebral) pueden introducir un tubo en el cerebro del bebé para drenar el líquido adicional.

Conducto arterial patente (CAP): el CAP es un problema cardíaco causado por una conexión (conducto arterial) entre dos vasos sanguíneos importantes cerca del corazón. Antes del nacimiento, la sangre del bebé se desvía por el conducto en lugar de pasar por los pulmones. Normalmente, el conducto se cierra poco tiempo después del nacimiento para que la sangre pueda circular hacia los pulmones y absorber oxígeno.

Cuando el conducto no se cierra correctamente, el bebé puede tener problemas para respirar o insuficiencia cardíaca (cuando el corazón no puede bombear suficiente sangre). El CAP puede diagnosticarse mediante un tipo especial de ultrasonido conocido como ecocardiografía. Si el bebé no tiene complicaciones, el médico puede esperar a ver si el conducto se cierra solo. Algunos bebés con CAP se tratan con un medicamento que ayuda a cerrar el conducto, aunque puede requerirse cirugía si el medicamento no resulta eficaz.

Enterocolitis necrotizante (ECN): la ECN es un problema serio en los intestinos del bebé que puede producirse de dos a tres semanas después del nacimiento prematuro. Los bebés con ECN pueden tener dificultades de alimentación, hinchazón abdominal y diarrea. La ECN puede diagnosticarse mediante radiografías y análisis de sangre. Los bebés con ECN se tratan con antibióticos y se los alimenta por vía intravenosa mientras su intestino se cura. En algunos casos, es necesario realizar una cirugía para extirpar secciones lesionadas del intestino.

Retinopatía de la premadurez (RDP): la RDP es un crecimiento anormal de los vasos sanguíneos del ojo que puede llevar a la pérdida de la visión y se produce principalmente en los bebés nacidos antes de las 32 semanas de gestación. La RDP puede diagnosticarse mediante un examen oftalmológico (realizado por un médico especializado en la vista).

La mayoría de los casos son leves y los ojos se curan solos con poca o ninguna pérdida de la visión. En los casos más graves, el oftalmólogo puede tratar los vasos anormales con láser (un instrumento que emite un tipo especial de luz) o con crioterapia (congelamiento) para proteger la retina y preservar la visión. Un nuevo estudio sugiere que en algunos casos un medicamento utilizado para el tratamiento del cáncer para afectar el crecimiento de los vasos sanguíneos puede ser eficaz (10).

Ictericia: la ictericia es el color amarillo que adoptan la piel y los ojos debido a una acumulación de un producto de desecho llamado bilirrubina en la sangre. Los bebés prematuros tienen más probabilidades que los bebés nacidos a término de desarrollar ictericia ya que sus hígados no se encuentran lo suficientemente maduros para eliminar un producto de desecho llamado bilirrubina de la sangre. La ictericia leve es común y no es nociva para el bebé pero los niveles de bilirrubina muy elevados pueden producir daño cerebral.

Los médicos realizan análisis de sangre para comprobar las concentraciones de bilirrubina del bebé. Si son muy elevadas, pueden tratar al bebé con fototerapia (luces especiales) que ayuda a su organismo a eliminar la bilirrubina. Ocasionalmente, si las concentraciones de bilirrubina aumentan demasiado, el bebé puede necesitar un tipo de transfusión de sangre especial. Por lo general, estos tratamientos evitan el daño cerebral.

Anemia: se llama así al recuento bajo de glóbulos rojos en la sangre. Lo normal es que un bebé vaya almacenando hierro durante los últimos meses del embarazo y lo utilice luego de nacer para producir glóbulos rojos. Los bebés prematuros pueden no haber tenido suficiente tiempo para almacenar hierro. Si el bebé es anémico, a veces desarrolla problemas de alimentación y crece más lentamente. La anemia también puede agravar los problemas cardíacos o respiratorios. Los bebés con anemia pueden tratarse con gotas de hierro, medicamentos que ayudan al organismo a aumentar la producción de glóbulos rojos, o con transfusiones de sangre. Se llama transfusión a la administración de sangre donada al bebé a través de una vena.

Enfermedad pulmonar crónica (también llamada displasia broncopulmonar o DBP): los bebés que necesitan tratamiento con oxígeno durante más de un mes tienen DBP (11). Los bebés con DBP a veces desarrollan líquido en los pulmones, lesiones y daño pulmonar.

Los bebés con DBP se tratan con oxígeno y medicamentos que facilitan la respiración. Algunos requieren apoyo de un respirador. Por lo general, sus pulmones se curan durante los dos primeros años de vida, aunque algunos desarrollan problemas respiratorios similares al asma.

Infecciones: los bebés prematuros suelen tener problemas para combatir los gérmenes porque sus sistemas inmunológicos no se encuentran totalmente desarrollados. Tienen más probabilidades que los bebés nacidos a término de contraer una infección seria como, por ejemplo:

  • Pneumonía (infección pulmonar)
  • Sepsis (infección en la sangre)
  • Meningitis (una infección en el líquido que rodea el cerebro y la médula espinal).

Los bebés pueden contraer estas infecciones durante el parto o después del nacimiento. Las infecciones se tratan con antibióticos o medicamentos antivirales.

¿Qué ocurre cuando los bebés nacen antes de las 28 semanas de gestación?
En Estados Unidos menos del uno por ciento de los bebés nace en forma tan prematura pero ellos son los que sufren la mayor cantidad de complicaciones(5). La mayoría de estos bebés nace con un peso sumamente bajo (menos de dos libras y tres onzas). Prácticamente todos ellos requieren tratamiento con oxígeno, surfactante y asistencia respiratoria. Además, estos bebés son demasiado inmaduros para succionar, tragar y respirar al mismo tiempo, por lo que se los debe alimentar por una vena. A menudo no pueden llorar y duermen la mayor parte del día. Estos bebés de tamaño tan pequeño tienen poco tono muscular y se mueven muy poco.

Estos bebés muy prematuros tienen un aspecto muy diferente al de los bebés nacidos a término. Su piel es arrugada y de color morado rojizo y son tan delgados que se pueden ver los vasos sanguíneos a través de su piel. Su cara y su cuerpo están cubiertos con pelo blando llamado lanugo. Como estos bebés no han tenido tiempo de acumular grasa, se ven muy delgados. Por lo general, tienen los ojos cerrados y no tienen pestañas.

Estos bebés corren un alto riesgo de tener una o más complicaciones de salud. No obstante, la mayoría de los nacidos después de cumplidas 26 semanas de gestación sobrevive (cerca del 80 por ciento), aunque pueden tener que permanecer en la unidad de cuidados intensivos neonatal (NICU) durante semanas o meses(12).

Algunos de los factores que pueden mejorar las probabilidades de supervivencia de los bebés nacidos antes de las 28 semanas de gestión son:

  • Un mayor peso al nacer que los demás bebés nacidos con las mismas semanas de gestación
  • Sexo femenino
  • Tratamiento prenatal con corticosteroides (medicamentos que aceleran el desarrollo de los pulmones)
  • Embarazo de un bebé solo (no de mellizos o más bebés).

Lamentablemente, cerca del 25 por ciento de estos bebés tan prematuros desarrolla incapacidades permanentes serias y aproximadamente la mitad puede tener problemas más leves, como problemas de aprendizaje y conducta(14).

¿Qué ocurre con los bebés nacidos entre las 28 y las 31 semanas de gestación?
Estos bebés tienen un aspecto muy similar al de los bebés nacidos antes, pero son más grandes (por lo general pesan entre dos y cuatro libras). Cerca del 95 por ciento de los bebés nacidos entre las 28 y las 31 semanas de gestación sobrevive(15). Muchos requieren tratamiento con oxígeno, surfactante y asistencia respiratoria. A algunos de ellos se les puede amamantar o alimentar con fórmula por un tubo que se les coloca en el estómago a través de la nariz o la boca (alimentación por sonda), aunque a otros se los debe alimentar por vía intravenosa.

Algunos de estos bebés pueden llorar y moverse pero sus movimientos pueden ser bruscos. Estos bebés pueden agarrar los dedos de las personas cuando se los acercan. Además, pueden abrir los ojos y comienzan a permanecer despiertos y alertas durante períodos breves.

Por lo general, los bebés nacidos entre las 28 y 31 semanas corren el riesgo de sufrir una o más complicaciones de salud, pero estas no suelen ser tan graves como en el caso de los bebés nacidos antes. En algunos casos, los bebés de muy bajo peso (menos de tres libras y cuatro onzas) desarrollan incapacidades graves.

¿Qué ocurre con los bebés nacidos entre las 32 y las 33 semanas de gestación?
Aproximadamente el 99 por ciento de estos bebés sobrevive(15). La mayoría pesa entre tres y cinco libras y tiene un aspecto más delgado que los bebés nacidos a término. Muchos de ellos necesitan oxígeno suplementario aunque algunos pueden respirar por cuenta propia. A algunos de ellos se les puede amamantar o alimentar con biberón, aunque aquellos con dificultades respiratorias pueden necesitar alimentación por sonda. Los bebés nacidos en esta etapa de gestación tienen menos probabilidades que los nacidos antes de desarrollar incapacidades graves permanentes, aunque pueden tener un mayor riesgo de padecer problemas de aprendizaje y de conducta que los bebés nacidos a término.

¿Los bebés prematuros nacidos casi a término corren el riesgo de tener problemas de salud?
Más del 99 por ciento de los bebés prematuros nacidos casi a término sobreviven. Suelen ser más sanos que los bebés nacidos antes y pesan entre cuatro libras y media y seis libras. La mayoría puede respirar por su cuenta y amamantarse o tomar el biberón. No obstante, algunos bebés nacidos algunas semanas antes pueden tener problemas de salud durante las primeras semanas de vida como, por ejemplo(16):

  • Problemas de respiración y alimentación
  • Problemas para mantener una temperatura corporal constante
  • Ictericia.

Por lo general, estos problemas son leves.

Aunque las probabilidades son pequeñas, estos bebés tienen más probabilidades de morir que los bebés nacidos a término. Los bebés prematuros nacidos casi a término tienen seis veces más probabilidades que los nacidos a término de morir durante la primera semana de vida (2.8 por 1,000 vs. 0.5 por 1,000)(17). Tienen tres veces más probabilidades que los bebés nacidos a término de morir durante el primer año de vida (7.9 por 1,000 vs. 2.4 por 1,000)(17).

Por lo general, los bebés prematuros nacidos casi a término no desarrollan incapacidades graves permanentes. No obstante, a las 35 semanas de gestación el cerebro del bebé apenas pesa dos tercios de lo que pesará a las 39 o 40 semanas(16). Debido a que el desarrollo de su cerebro no está completo, estos bebés pueden tener un riesgo mayor de padecer problemas de aprendizaje y de conducta(16).

Un estudio comprobó que los bebés prematuros nacidos casi a término tienen una probabilidad tres veces mayor que los nacidos a término de desarrollar parálisis cerebral y un riesgo ligeramente mayor de tener retrasos en su desarrollo(18). Otro estudio comprobó que los adultos nacidos de forma prematura casi a término pueden tener más probabilidades que los nacidos a término de tener leves incapacidades y de obtener remuneraciones más bajas(19).

¿Cómo puede reducirse el riesgo para el nacimiento prematuro?
Hay una serie de cosas que puede hacer antes y durante el embarazo para reducir su riesgo para el nacimiento prematuro:

  • Realícese un control médico antes de la concepción, es decir, antes de quedar embarazada. Su médico puede identificar y tratar ciertos problemas que pueden causar un parto prematuro.
  • Tome un complejo multivitamínico que contenga 400 microgramos de ácido fólico todos los días desde antes de quedar embarazada. El ácido fólico ayuda a reducir el riesgo de tener un bebé con defectos congénitos graves en el cerebro y la médula espinal. Un estudio también comprobó que tomar ácido fólico desde al menos un año antes del embarazo puede reducir el riesgo de tener un bebé prematuro en la mitad(20). Durante el embarazo tome una vitamina prenatal que contenga 600 microgramos de ácido fólico todos los días.
  • Realícese un control prenatal en cuanto crea que está embarazada. Vaya a todas las visitas de cuidado prenatal, aunque se sienta bien.
  • No fume, no beba alcohol y no consuma drogas ilegales.
  • Procure alcanzar un peso saludable antes del embarazo, ya que las mujeres con sobrepeso o poco peso tienen un riesgo mayor de parto prematuro. Consulte a su médico para saber cuánto peso debe aumentar durante el embarazo, por lo general de 25 a 35 libras en el caso de mujeres que comienzan el embarazo con un peso normal, de 15 a 25 libras en el caso de mujeres que comienzan con sobrepeso y aproximadamente de 11 a 20 libras en el caso de mujeres obesas. Las mujeres que tienen bajo peso deben aumentar de 28 a 40 libras durante el embarazo(21).

¿Hay algún tratamiento para evitar otro nacimiento prematuro si ya ha tenido uno?
Consulte a su médico sobre un tratamiento con progesterona que puede ayudarle a reducir su riesgo de tener otro nacimiento prematuro. Es posible que pueda someterse a un tratamiento con progesterona si cumple con estos dos requisitos:

  1. Ya ha tenido un parto prematuro espontáneo en un embarazo con un solo bebé. O el saco que contiene al bebé se rompió prematuramente e indujo el parto.
  2. Actualmente está embarazada con un solo bebé.

El tratamiento utiliza una forma de progesterona llamada 17 alfa-hidroxiprogesterona caproato, también conocida como 17P. Por lo general, las inyecciones comienzan a aplicarse entre las semanas 16 y 20 del embarazo. Se le aplicará una inyección por semana hasta la semana 37. Los expertos coinciden en que este tratamiento puede ayudar a prevenir el parto prematuro pero sólo en el caso de mujeres que cumplen con los dos requisitos antes indicados. El tratamiento no reduce el riesgo de nacimiento prematuro si está embarazada con mellizos, trillizos o más bebés.

El tratamiento se ofrece de dos formas:

  1. Puede prepararse en farmacias especiales. Su médico seguramente le indicará las farmacias que lo preparan en su zona.
  2. En forma de un medicamento llamado Makena�. Su médico puede obtenerlo enviando una receta a la compañía que lo produce.

Hable con su médico. El tratamiento que elija dependerá de lo que hable con su médico y la cobertura de su seguro. Las compañías de seguros y los programas Medicaid estatales pueden cubrir el tratamiento. La compañía farmacéutica que produce Makena puede ayudarle a pagarlo.

Los estudios también sugieren que el tratamiento con otra forma de progesterona (supositorios que se introducen en la vagina) puede reducir el riesgo de nacimiento prematuro en mujeres con un cuello uterino corto (la mayoría de las cuales no había tenido aún un parto prematuro)(22). Para determinar si tiene un cuello uterino corto el médico puede realizarle un ultrasonido vaginal. El Colegio de Obstetras y Ginecólogos de los Estados Unidos (College of Obstetricians and Gynecologists, ACOG) recomienda considerar el tratamiento con progesterona en estas mujeres(23) pero no recomienda realizar a todas un ultrasonido para determinar si tienen un cuello uterino corto.

¿Pueden prevenirse los problemas médicos en los bebés recién nacidos prematuros?
Cuando el médico sospecha que una mujer podría tener un parto prematuro, puede indicarle un tratamiento con medicamentos llamados corticosteroides. Los corticosteroides aceleran la maduración de los pulmones del bebé y reducen considerablemente el riesgo de SDR, HIV y muerte del bebé. El médico puede administrarle dos o más inyecciones con este fármaco. El tratamiento es más eficaz cuando se administra al menos 24 horas antes del parto.

El médico también puede recomendarle un tratamiento con medicamentos (llamados tocolíticos) para demorar el parto, aunque a menudo solo por unos pocos días. Pero incluso esta breve demora puede dar al médico tiempo para tratar a la mujer embarazada con corticosteroides y preparar el parto en un hospital que tenga una NICU. Algunos médicos pueden recomendar el tratamiento con un fármaco llamado sulfato de magnesio, que puede reducir el riesgo de parálisis cerebral en los bebés prematuros(24).

¿March of Dimes apoya la investigación sobre las causas del parto prematuro?
March of Dimes otorga una serie de becas destinadas a profundizar el conocimiento de las causas del parto prematuro, con el objetivo de conocer de qué manera prevenirlo. Algunos becarios de la Iniciativa de Investigación del Nacimiento Prematuro (Prematurity Research Initiative), por ejemplo, están estudiando cómo influyen los genes y otros antecedentes familiares en los partos prematuros y cómo las infecciones y otros factores pueden desencadenar el parto. Otros becarios están buscando formas de mejorar los tratamientos existentes para los bebés prematuros, incluidos los afectados con SDR, ECN y RDP.

Referencias

  1. Hamilton, B.E., Martin, J.A. y Ventura, M.A. Births: Preliminary data for 2009. National Vital Statistics Reports, 59 (3).
  2. Limperopoulos, C., Bassan, H., Sullivan, N.R., Soul, J.S., Robertson, R.L. et al. (2008). Positive screening for autism in ex-preterm infants: Prevalence and risk factors. Pediatrics, 212 (4), 758-765.
  3. Schendel, D. y Bhasin, T.K. (2008). Birth weight and gestational age characteristics of children with autism, including a comparison with other developmental disabilities. Pediatrics, 121 (6), 1155-1164.
  4. Kuban, K.C.K., O�Shea, T.M., Allred, E.N., Tager-Flusberg, H., Goldstein, D.J. y Leviton, A. (2009). Positive screening on the modified checklist for autism in toddlers (M-CHAT) in extremely low gestational age newborns. Journal of Pediatrics, 154, 535-540.
  5. Martin, J.A., Hamilton, B.E., Sutton, P.D., Ventura, M.A., Mathews, M.S. y Osterman, M.J.K. (2010). Births: Final data for 2008. National Vital Statistics Reports, 59 (1).
  6. Hauth, J.C., Clifton, R.G., Roberts, J.M., Spong, C.Y., Myatt, L., et al. (2010). Vitamin C and E supplementation to prevent spontaneous preterm birth. Obstetrics & Gynecology, 116 (3), 653-658.
  7. American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG). Cesarean Delivery on Maternal Request. (December 2007, reaffirmed 2010). ACOG committee opinion number 394: Cesarean delivery on maternal request. Washington, DC: autor.
  8. Honein, M.A., Kirby, R.S., Meyer, R.E., Xing, J., Skerrette, N.I., et al. (2009). The association between major birth defects and preterm birth. Maternal and Child Health Journal, 13 (2), 151-163.
  9. Engle, W.A. and the Committee on Fetus and Newborn. (2008). Surfactant-replacement therapy for respiratory distress in the preterm and term neonate. Pediatrics, 121 (2), 419-428.
  10. Mintz-Hittner, H.A., Kennedy, K.A., Chuang, A.Z. for the BEAT-ROP Cooperative Group. (2011). Efficacy of intravitreal bevacizumab for stage 3 retinopathy of prematurity. New England Journal of Medicine, 364 (7), 603-615.
  11. American Academy of Pediatrics (AAP). (2010). Preemie health concerns. Consultado en: http://www.healthychildren.org/English/ages-stages/baby/preemie/pages/Preemie-Health-Concerns.aspx
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  14. Goddeeris, J.H., Saigal, S., Boyle, M.H., Paneth, N., Streiner, D.L. y Stoskopf, B. Economic outcomes in young adulthood for extremely low birth weight survivors. Pediatrics, 126 (5), e1102-e1108.
  15. MacDorman, M.F. y Mathews, T.J. (2009). Behind international rankings of infant mortality: How the United States compares with Europe. NCHS Data Brief Number 23. Hyattsville, MD: National Center for Health Statistics. Consultado en: http://www.cdc.gov/nchs/data/databriefs/db23.pdf
  16. Engle, W.A., Tomashek, K.M., Wallman, C. and the Committee on Fetus and Newborn. (2007). �Late-preterm� infants: A population at risk. Pediatrics, 120 (60), 1390-1401.
  17. Tomashek, K.M., Shapiro-Mendoza, C.K., Davidoff, M.J. y Petrini, J.R. (2007). Differences in mortality between late-preterm and term singleton infants in the United States. Journal of Pediatrics, 15 (5), 450-456.
  18. Petrini, J.R., Dias, T., McCormick, M.C., Massolo, M.L., Green, N.S. y Escobar, G.J. (2009). Increased risk of adverse neurological development for late preterm infants. Journal of Pediatrics, 154 (2), 169-176.
  19. Moster, D., Lie, R.T. y Markestad, T. (2008). Long-term medical and social consequences of preterm birth. New England Journal of Medicine, 395 (3), 262-273.
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  21. Institute of Medicine. (2009). Weight gain during pregnancy: Reexamining the guidelines. Washington, DC: National Academies Press.
  22. Fonseca, E.B., Celik, E., Parra, M., Singh, M. y Nicolaides, K.H. (2007). Progesterone and the risk of preterm birth among women with a short cervix. New England Journal of Medicine, 375 (5), 462-469.
  23. American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG). (2008). ACOG committee opinion number 419: Use of progesterone to reduce preterm birth. Washington, DC: autor.
  24. American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG). (2010). ACOG committee opinion number 455: Magnesium sulfate before anticipated preterm birth for neuroprotection. Washington, DC: autor.

Actualizado en enero del 2013


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