El lupus eritematoso sistémico (también conocido simplemente como lupus) es un trastorno autoinmune que puede afectar muchos órganos. Los trastornos autoinmunes son trastornos que ocurren cuando los anticuerpos (sustancias que combaten las enfermedades producidas por el sistema inmune) atacan tejido sano por error en prácticamente cualquier parte del cuerpo. Estos trastornos pueden producir inflamación (enrojecimiento e hinchazón), dolor y, a veces, daños en los órganos.
El lupus afecta al menos a 161,000 personas en los Estados Unidos (1). El lupus y otros trastornos autoinmunes pueden durar toda la vida. No obstante, las personas afectadas pueden tener períodos de buena salud (llamados remisión) y períodos de enfermedad (llamados recaídas). Con frecuencia, el tratamiento puede prevenir y aliviar los síntomas.
No se conocen a fondo las causas del lupus y otros trastornos autoinmunes. Una persona puede heredar ciertos genes que la hacen más propensa a desarrollar uno de estos trastornos. Los virus pueden ayudar a disparar el trastorno en las personas que tienen estos genes. Sabemos que las mujeres tienen trastornos autoinmunes con más frecuencia que los hombres. Con frecuencia el lupus se desarrolla durante la edad fértil y puede afectar al embarazo. Afortunadamente, con la atención médica que existe en la actualidad, muchas mujeres con lupus pueden tener embarazos sanos.
¿Cuáles son los síntomas del lupus?
El lupus puede afectar muchas partes del cuerpo, entre ellas, las articulaciones, la piel, los riñones, los pulmones y los vasos sanguíneos. Los síntomas varían de leves a graves y suelen incluir:
- Hinchazón o dolor en las articulaciones
- Dolor muscular
- Erupción cutánea. Es común una erupción roja con forma de mariposa que se extiende a través de la nariz y las mejillas.
- Fiebre
- Cansancio
- Dolor en el pecho al aspirar profundamente.
¿Cómo se diagnostica el lupus?
El lupus puede ser difícil de diagnosticar ya que los síntomas se parecen al de otros trastornos (1). Para diagnosticar el lupus, los médicos examinan los síntomas y los resultados de una serie de pruebas, que pueden incluir:
- Una historia clínica completa
- Un examen físico
- Análisis de sangre para detectar ciertos anticuerpos que suelen asociarse con el lupus
- Análisis de orina para comprobar el funcionamiento de los riñones
- Biopsia (extirpación de una pequeña muestra de tejido) de la piel o riñones para comprobar si hay inflamación o daño en los tejidos.
¿Cómo se trata el lupus?
Los médicos tratan el lupus con diferentes medicamentos. Estos medicamentos ayudan a la mayoría de las mujeres con lupus a llevar una vida activa. Algunos no presentan riesgos durante el embarazo pero otros sí. Si tiene lupus, consulte a su médico sobre los medicamentos que está tomando antes de quedar embarazada. Es posible que su médico le cambie la medicación durante el embarazo.
Los medicamentos comúnmente utilizados para tratar el lupus incluyen, entre otros:
- Antiinflamatorios. La aspirina, ibuprofeno (Motrin®, Advil®) y naproxeno (Aleve®) pueden ayudar a aliviar el dolor articular y la fiebre. Estos medicamentos no presentan riesgos hasta las 32 semanas de embarazo. Luego, pueden afectar el corazón del feto (2).
- Medicamentos para la malaria. La hidroxicloroquina (Plaquenil®) y otros medicamentos para la malaria pueden ayudar a prevenir las recaídas y aliviar el dolor en las articulaciones, el cansancio y otros síntomas. Estos medicamentos no presentan riesgos durante el embarazo (2).
- Corticosteroides. La prednisona (Sterapred®), metilprednisolona (Medtrol®) y otros medicamentos relacionados pueden ayudar a reducir la inflamación y aliviar los síntomas. Los corticosteroides tienen muchos efectos colaterales, por lo que solo se pueden usar por una breve cantidad de tiempo. Son bastante seguros de usar durante el embarazo, aunque algunos estudios sugieren que pueden aumentar el riesgo de paladar hendido (abertura en el techo de la boca) cuando se usan al comienzo del embarazo (2).
- Inmunosupresores. Si tiene síntomas de lupus serios, su médico puede indicarle medicamentos anticancerígenos, como ciclofosfamida (Cytoxan®) y metotrexato (Folex®, Mexate®, Rheumatrex®), o medicamentos utilizados para prevenir el rechazo de los órganos en pacientes trasplantados, como azatioprina (Imuran®) y microfenolato mofetil (CellCept®). Estos medicamentos pueden ayudar con el lupus, pero pueden causar serios efectos colaterales (como un mayor riesgo de infección seria). No tome estos medicamentos durante el embarazo. El metotrexato y la ciclofosfamida se han asociado con defectos congénitos, y se sabe poco sobre la seguridad de los demás medicamentos.
¿El lupus presenta riesgos durante el embarazo?
El lupus aumenta las probabilidades de ciertas complicaciones durante el embarazo. No obstante, si ha estado en remisión o tuvo la enfermedad bajo control durante al menos seis meses antes del embarazo, tiene menos probabilidades de tener complicaciones que las mujeres con lupus activo (2). Todas las mujeres con lupus deben consultar a su médico antes del embarazo para determinar cuál es el momento más seguro para quedar embarazada.
Las mujeres embarazadas con lupus pueden ser más propensas que las mujeres sin lupus a tener algunas de las siguientes complicaciones (2,3):
- Preeclampsia. Esta forma de alta presión arterial asociada con el embarazo puede ser peligrosa para la madre y el bebé. En algunos casos, debe adelantarse el parto para evitar complicaciones serias.
- Parto prematuro (antes de completar las 37 semanas de embarazo). Las mujeres con lupus tienen más probabilidades de tener un parto prematuro (antes de completar las 37 semanas de embarazo) o un nacimiento prematuro debido a preeclampsia u otras complicaciones.
- Pérdida del feto (aborto espontáneo o nacimiento sin vida). Las mujeres con lupus mal controlado o con ciertos anticuerpos (anticuerpos antifosfolípidos) pueden tener un riesgo mayor de pérdida del feto. En algunos casos, el tratamiento con bajas dosis de aspirina y anticoagulantes puede ayudar a prevenir estas pérdidas.
- Recaídas de lupus. Algunas mujeres con lupus experimentan recaídas durante el embarazo o los primeros meses después de dar a luz. Si el lupus está bien controlado o en remisión, tiene menos probabilidades de tener recaídas.
Los médicos realizan un estricto seguimiento de las mujeres embarazadas con lupus para poder tratar inmediatamente las recaídas o complicaciones durante el embarazo. Por lo general, las mujeres embarazadas con lupus deben ser atendidas por un obstetra de alto riesgo junto con su reumatólogo (médico especializado en trastornos caracterizados por la inflamación o dolor en músculos y articulaciones). Aunque la mayoría tiene bebés sanos, las mujeres con lupus deben planear el parto en un hospital que cuente con la infraestructura necesaria para atender bebés prematuros o enfermos.
Si tiene lupus, ¿afectará a su bebé?
La mayoría de los bebés de mujeres con lupus son sanos. No obstante, algunos están expuestos a riesgos para la salud.
- Parto prematuro. Cerca del 30 por ciento de los bebés de madres con lupus nacen prematuros (4). Los bebés prematuros se exponen al riesgo de tener complicaciones, como problemas para respirar, mientras son recién nacidos, así como incapacidades permanentes.
- Lupus neonatal. Cerca del tres por ciento de los bebés de madres con lupus nacen con un tipo temporal de lupus llamado lupus neonatal (4). Estos bebés tienen una erupción cutánea y problemas en la sangre que por lo general desaparecen para cuando el bebé cumple seis meses de vida. No obstante, hasta la mitad de los bebés con lupus neonatal tiene una enfermedad cardíaca llamada bloqueo cardíaco, que hace que el corazón lata con lentitud y que suele ser permanente. Los bebés con bloqueo cardíaco pueden necesitar un marcapasos para que el corazón lata de forma regular.
¿Apoya March of Dimes la investigación sobre el lupus?
Sí. Los becarios están tratando de identificar los genes que contribuyen a causar los trastornos autoinmunes, así como mejores tratamientos farmacológicos para estos trastornos. Los becarios también están tratando de entender cuáles son las causas de lupus neonatal y el bloqueo cardíaco. Estos becarios esperan desarrollar tratamientos con fármacos para prevenir estas complicaciones en los bebés de madres con lupus.